jueves, 30 de mayo de 2013

No dejes que el frío congele tus ganas de hacer ejercicio


Cuando hace frío nuestras ganas de hacer ejercicio pueden verse seriamente afectadas, sin duda alguna nos parece más cómodo y atractivo quedarnos en cama unos minutos más, que ir al gimnasio a correr y a fortalecer nuestros músculos.
Sin embargo, antes de decidir quedarnos en casa o realizar otra actividad que no sea hacer ejercicio hay que tomar en cuenta dos aspectos muy importantes, que nos motivarán para seguir practicando algún deporte.
El primero de ellos, es que en esta época del año en la que el frío no nos deja en paz, corremos mayor riesgo de contraer enfermedades respiratorias que por muy simples que parezcan, son tremendamente molestas.
Cuando hacemos ejercicio mejora nuestro sistema inmunológico. La actividad física eleva la temperatura del cuerpo impidiendo que las bacterias que se desarrollan en nuestro sistema respiratorio, se reproduzcan fácilmente.
Por otra parte el ejercicio provoca que nuestro organismo produzca anticuerpos y glóbulos blancos rápidamente. Por lo que el cuerpo detecta aquellos agentes malignos y los elimina con mayor facilidad.
Nos ayuda a combatir el estrés, el cuál incrementa la probabilidad de que se presente alguna enfermedad.
Por otra parte está comprobado que cuando hacemos ejercicio en épocas de frío quemamos más calorías. Esto se debe a que para que el organismo pueda generar más calor y mantenga una temperatura estable el metabolismo se acelera, provocando que todo lo que comamos se convierta en energía más rápidamente.
Aquí algunas sugerencias para no dejar de hacer ejercicio durante el invierno:
  • Procura hacer ejercicio en lugares cerrados, y si esto no es posible abrígate de manera adecuada, puedes usar una bufanda deportiva para proteger las vías respiratorias.
  • Para evitar contracturas y calambres procura dedicarle por lo menos 10 minutos a los procesos de calentamiento y  enfriamiento.
  • Antes de entrenar consume alimentos que permitan mantener la energía adecuada durante el entrenamiento, como cereales y frutos secos.
  • Báñate con agua tibia para que tu cuerpo recupere la temperatura normal poco a poco. Si no es posible que te bañes cambia tu ropa antes de salir al frío, para evitar que tu cuerpo modifique su  temperatura drásticamente.
  • Procura tomar mucho agua y mantenerte bien hidratado.
El secreto para no permitir que el frío termine con los cambios que lograste con el ejercicio está en tomar las precauciones indicadas, así que no pierdas el ritmo y procura seguir con tu rutina. De esta forma cuando lleguen los meses de calor podrás lucir una figura ideal.
Por Mónica De los Rios Ponce

No hay comentarios: